Insisten de Devastación de Flora y fauna Defensores del arroyo en Juluchuca

Brenda Escobar

Zihuatanejo, Gro.- Ejidatarios y vecinos de la comunidad Juluchuca, que desde hace casi tres meses mantienen un plantón pacífico en el acceso al arroyo del que se abastece de agua potable esa comunidad para evitar que un particular extraiga el material pétreo, están en la espera de la resolución que dé la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), luego de que una comisión de inconformes acudió a la ciudad de México a presentar pruebas de la devastación que empezó a sufrir ese cuerpo de agua.
En noviembre del año pasado, un grupo de ejidatarios y vecinos de Juluchuca iniciaron un movimiento de protesta contra el empresario de materiales para la construcción, Napoleón Lacunza, quien –aseguran los inconformes– obtuvo de manera irregular autorización por parte del ejido para que pudiera conseguir el título de concesión por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para que extraiga el material pétreo del arroyo.
Además de los habitantes de Juluchuca, también se benefician del arroyo los vecinos de las comunidades La Ceiba y Rancho Nuevo, quienes también están sumados a este movimiento.
Desde el 23 de noviembre de 2010, los vecinos se turnan para hacer guardias permanentes desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde en el acceso al arroyo, a fin de evitar que entre maquinaria para sacar la piedra y arena.
Llevan casi tres meses exigiendo a la Conagua que revoque esa concesión, pues fue obtenida de manera irregular, además de que aseguran, no cuenta con un Manifiesto de Impacto Ambiental, “porque no creemos que el gobierno esté de acuerdo en que nos quedemos nosotros sin agua para beneficiar a un empresario”.
Ayer lunes, vía telefónica, uno de los integrantes del movimiento, informó que el viernes de la semana pasada acudieron a las oficinas centrales de la Profepa, en el Distrito Federal, para presentarles pruebas de la afectación que el empresario había empezado a hacer en una parcela que se ubica a unos 200 metros más arriba del arroyo, “tuvimos que hacer esto porque vinieron los inspectores de la Profepa de Acapulco y les dijimos que subieran hasta allá arriba y no quisieron, nos dijeron que la orden que traían era sólo de ver la afectación al arroyo”.
El ejidatario manifestó que además, “ese no fue el quedado que nosotros hicimos con el delegado de la Profepa, Joel Tacuba, él se comprometió a venir personalmente a ver todo lo que nosotros estamos denunciando y no vino, mandó inspectores, fue su gente la que no quiso subir a ver lo que nosotros le estamos denunciando, por eso tuvimos que ir a la Profepa en México a denunciarlos, incluso entregamos fotos de los inspectores que vinieron aquí”.
Agregó que el sentir de la mayoría de los habitantes de Juluchuca “es que tenemos que defender nuestro arroyo, no queremos que vengan a secarlo porque nos van a dejar sin agua; este problema estamos haciendo todo lo posible por solucionarlo de la manera pacífica porque aquí en el pueblo la mayoría somos familia, somos más de 600 habitantes y todos estamos emparentados de una u otra manera, por eso es más grande el agravio que sentimos contra el comisariado ejidal, que siendo nuestro pariente, se prestó a un machuco a cambio de vender nuestro arroyo”.

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