Freno a la Invasión de los Cerros de Zihuatanejo Acuerdan Alejandro Bravo y el Director del FIBAZI
Brenda Escobar
Este jueves, el presidente municipal de Zihuatanejo, Alejandro Bravo Abarca, se reunió en privado con el recién nombrado director del Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo (Fibazi), Amador Campos Aburto, con quien convino medidas para impedir que continúen los asentamientos irregulares en las partes altas de los cerros de esta ciudad.
La reunión entre Bravo y Campos fue en el despacho privado del alcalde; únicamente estuvieron presentes el director municipal de Desarrollo Urbano, Cuauhtémoc Ramírez Bello y el jefe de Patrimonio Inmobiliario del Fibazi.
Al término, Campos Aburto informó que acudió al Palacio Municipal “para presentarme, para platicar de los problemas que tienen que atenderse entre los dos, entre el Ayuntamiento y el Fibazi”.
“El presidente municipal dijo que los problemas de los asentamientos irregulares están latentes, que día con día sigue la gente invadiendo (las zonas de protección ecológica) y acordamos hacer esfuerzos conjuntos para poder ir bajando a la gente (de las partes altas de los cerros)”.
Campos agregó que el alcalde le explicó el proyecto de reserva territorial que impulsa su administración en una zona colindante con la comunidad El Coacoyul, “y que ahí se van a albergar a mil 500 familias y que ahora no hay pretexto para que no se baje la gente; hay un convenio entre el Ayuntamiento y el Fibazi de pagar policías para que hagan recorridos para evitar que se sigan plantando casas”.
“Desgraciadamente en este intermedio de los días últimos de marzo al 26 de abril ya no se atendió, ya no hubo atención y se alcanzaron a poner varias viviendas irregulares, pero esto es reciente, tenemos que empezar a partir de la semana que viene a platicar con los líderes de esas invasiones, decirles que ya está esa opción de adquirir un patrimonio familiar en la reserva territorial del gobierno municipal, ahora ya no hay pretextos para que se quedan ahí donde están”.
Agregó que otro acuerdo que pactó con Alejandro Bravo fue renovar el censo para determinar qué familias realmente tienen la necesidad de una vivienda, “si bien no habrá capacidad para todos, pues que de cada asentamiento irregular sea un determinado número de familias los que se beneficien con el programa de vivienda que tienen en la reserva territorial”.
“Me parece que el presidente municipal está muy dispuesto para que esto se cristalice con mucha responsabilidad, está preocupado con todo esto (de las invasiones en zonas de protección ecológica) que está pasando; ya me había venido a ver el propio director de Gobernación para decirme que las instrucciones del presidente son que ni un asentamiento más”.
Amador Campos indicó que durante la reunión, Alejandro Bravo reconoció que durante la administración municipal de la que él fue alcalde, “no hubo ningún asentamiento irregular, no permití ni un solo asentamiento y voy a seguir haciendo lo que se tiene que hacer para parar las invasiones”.
Respecto a las invasiones y deforestaciones más recientes en las zonas de protección ecológica, como la que se ubica en la parte alta de la colonia Progreso en esta ciudad y cuyos habitantes han pedido que las familias precaristas que deforestaron sean retiradas, Campos adelantó que inicialmente agotará el diálogo con el representante de esas personas, “porque ya no hay pretextos, que esto va en serio, ya tenemos otra opción y por lo tanto, tenemos que dejar de invadir”.
La reunión entre Bravo y Campos fue en el despacho privado del alcalde; únicamente estuvieron presentes el director municipal de Desarrollo Urbano, Cuauhtémoc Ramírez Bello y el jefe de Patrimonio Inmobiliario del Fibazi.
Al término, Campos Aburto informó que acudió al Palacio Municipal “para presentarme, para platicar de los problemas que tienen que atenderse entre los dos, entre el Ayuntamiento y el Fibazi”.
“El presidente municipal dijo que los problemas de los asentamientos irregulares están latentes, que día con día sigue la gente invadiendo (las zonas de protección ecológica) y acordamos hacer esfuerzos conjuntos para poder ir bajando a la gente (de las partes altas de los cerros)”.
Campos agregó que el alcalde le explicó el proyecto de reserva territorial que impulsa su administración en una zona colindante con la comunidad El Coacoyul, “y que ahí se van a albergar a mil 500 familias y que ahora no hay pretexto para que no se baje la gente; hay un convenio entre el Ayuntamiento y el Fibazi de pagar policías para que hagan recorridos para evitar que se sigan plantando casas”.
“Desgraciadamente en este intermedio de los días últimos de marzo al 26 de abril ya no se atendió, ya no hubo atención y se alcanzaron a poner varias viviendas irregulares, pero esto es reciente, tenemos que empezar a partir de la semana que viene a platicar con los líderes de esas invasiones, decirles que ya está esa opción de adquirir un patrimonio familiar en la reserva territorial del gobierno municipal, ahora ya no hay pretextos para que se quedan ahí donde están”.
Agregó que otro acuerdo que pactó con Alejandro Bravo fue renovar el censo para determinar qué familias realmente tienen la necesidad de una vivienda, “si bien no habrá capacidad para todos, pues que de cada asentamiento irregular sea un determinado número de familias los que se beneficien con el programa de vivienda que tienen en la reserva territorial”.
“Me parece que el presidente municipal está muy dispuesto para que esto se cristalice con mucha responsabilidad, está preocupado con todo esto (de las invasiones en zonas de protección ecológica) que está pasando; ya me había venido a ver el propio director de Gobernación para decirme que las instrucciones del presidente son que ni un asentamiento más”.
Amador Campos indicó que durante la reunión, Alejandro Bravo reconoció que durante la administración municipal de la que él fue alcalde, “no hubo ningún asentamiento irregular, no permití ni un solo asentamiento y voy a seguir haciendo lo que se tiene que hacer para parar las invasiones”.
Respecto a las invasiones y deforestaciones más recientes en las zonas de protección ecológica, como la que se ubica en la parte alta de la colonia Progreso en esta ciudad y cuyos habitantes han pedido que las familias precaristas que deforestaron sean retiradas, Campos adelantó que inicialmente agotará el diálogo con el representante de esas personas, “porque ya no hay pretextos, que esto va en serio, ya tenemos otra opción y por lo tanto, tenemos que dejar de invadir”.
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